El slalom es una modalidad con seis pruebas olímpicas para París 2024. Consiste en recorrer un circuito de aguas bravas marcado por puertas, en el menor tiempo posible y sin penalizaciones. En la variante del extreme, se debe además, hacerlo al mismo tiempo que otros tres contrincantes.
La duración de un circuito es de unos 90 segundos, y este consiste en 6 puertas rojas de remonte y 12-19 puertas verdes en favor de la corriente. Cada puerta tocada supone dos segundos de penalización, que se convierten en 50 si se considera mal franqueada.
En la modalidad extreme las puertas de remonte se ponen por parejas, simétricas entre ellas, donde cada palista puede escoger uno de los dos lados. El que llega antes a la meta, gana.
A pesar del gran componente físico, técnico y táctico, el aprovechamiento de las corrientes y olas es la habilidad más importante de ambas variantes: “Be water, my friend” (Sé agua). Además, los competidores no conocen el circuito durante los entrenamientos, si no que se desvela justo antes del inicio de la competición. Su capacidad de análisis y visualización son claves.
Las embarcaciones son de fibra de carbono en el slalom, de plástico en el slalom extreme. En este último se debe partir de una rampa de salida, y realizar un esquimotaje obligatorio a mitad del recorrido. El esquimotaje es la maniobra que permite a una piragua desvolcar y continuar como si nada después de que haya volcado.
¿SABÍAS QUÉ?
El slalom comenzó a practicarse en Suiza a mediados del siglo XX como adaptación de verano al esquí y su lema “Snow, winter and ski slalom” (Eslalon de nieve, invierno y esquí), que se convirtió en “Water, summer and canoe slalom” (Eslalon acuático, verano y piragua), cuando llegaba el calor. El slalom fue por primera vez olímpico en Munich 72. Desde Barcelona 92 no ha salido del programa de los Juegos, añadiendo por primera vez la modalidad de extreme para París 2024.
